El sistema endocannabinoide (SEC) es el sistema fisiológico más importante implicado en el establecimiento y mantenimiento de la salud humana. Los endocannabinoides y sus receptores se encuentran por todo el cuerpo, en el cerebro, los órganos, los tejidos conectivos, las glándulas y las células inmunitarias. En cada tejido, el sistema cannabinoide realiza diferentes tareas, pero el objetivo es siempre el mismo: la homeostasis, el mantenimiento de un ambiente interno estable a pesar de las fluctuaciones del ambiente externo.
Sabemos que desempeña un papel importante en la regulación de una variedad de procesos que incluyen: dormir, ánimo, apetito, memoria, reproducción y fertilidad.
El sistema endocannabinoide, con sus complejas acciones en nuestro sistema inmunológico, sistema nervioso y todos los órganos del cuerpo, es un puente entre el cuerpo y la mente. Al comprender este sistema comenzamos a ver un mecanismo que explica cómo los estados de conciencia pueden promover la salud o la enfermedad.
Además de regular nuestra homeostasis interna y celular, los cannabinoides influyen en la relación de una persona con el entorno externo. Socialmente, la administración de cannabinoides altera claramente el comportamiento humano, promoviendo a menudo el intercambio, el humor y la creatividad. Al mediar en la plasticidad neuronal y el aprendizaje, los cannabinoides pueden influir directamente en la apertura de mente de una persona y su capacidad para ir más allá de los patrones limitantes de pensamiento y comportamiento de situaciones pasadas. Reformatear estos viejos patrones es una parte esencial de la salud en nuestro entorno que cambia rápidamente.
Los receptores endocannabinoides se encuentran en todo el cuerpo. Los endocannabinoides se unen a ellos para indicar que el SEC debe actuar. Hay dos receptores endocannabinoides principales:
- Receptores CB1, que se encuentran principalmente en el sistema nervioso central.
- Receptores CB2, que se encuentran principalmente en el sistema nervioso periférico, especialmente en las células inmunitarias.
Los endocannabinoides pueden unirse a cualquiera de los receptores. Los efectos resultantes dependen de dónde se encuentra el receptor y a qué endocannabinoide se une. Por ejemplo, los endocannabinoides podrían apuntar a los receptores CB1 de un nervio espinal para aliviar el dolor. Otros pueden unirse a un receptor CB2 en las células inmunitarias para indicar que su cuerpo está experimentando inflamación, un signo común de trastornos autoinmunes.
Se ha vinculado el SEC a los siguientes procesos: