El cannabidiol abreviado como CBD y el cannabigerol abreviado como CBG son uno de los muchos cannabinoides que se encuentran en la planta de cannabis y no tienen propiedades psicotrópicas. El CBD actúa en el sistema nervioso y es el cannabinoide más reconocido por sus propiedades terapéuticas (antioxidante, antiinflamatorio, neuroprotector, antitumoral, antipsicótico, analgésico, anticonvulsionante, anti náusea y ansiolítico) y efectos beneficiosos en el tratamiento de enfermedades.  

Por otro lado y aunque es menos conocido que el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), el CBG ha ganado interés en la investigación debido a sus posibles propiedades terapéuticas (analgésico, seborregulador, antiinflamatorio, aumenta el apetito, antitumoral, antibacteriano, antidepresivo y antihipertensivo) pero lo más importante es que se trata del precursor directo del resto de cannabinoides. 

El CBD y el CBG, como fitocannabinoides, interactúan con el sistema endocannabinoide (SEC) del cuerpo humano, que es un sistema regulador que ayuda a mantener el equilibrio biológico en el organismo. El SEC consta de receptores cannabinoides, enzimas y endocannabinoides (compuestos producidos naturalmente por el cuerpo). El CBD no se une directamente a los receptores cannabinoides CB1 y CB2 como lo hace el THC, actúa como un modulador del SEC, lo que significa que puede influir en la actividad de los receptores cannabinoides y otros sistemas biológicos de manera indirecta. 

Los efectos terapéuticos de los fitocannabinoides pueden incluir reducción del dolor, disminución de la inflamación, alivio de la ansiedad, mejora del estado de ánimo, promoción del sueño y apoyo en trastornos neurológicos, entre otros. 

La duración de los efectos de los aceites de CBD y CBG puede variar según varios factores, incluyendo la dosis administrada, la vía de administración, la forma del producto y la respuesta individual de cada persona. Es importante tener en cuenta que la respuesta al CBD puede ser diferente en cada persona, y algunos individuos pueden experimentar efectos más duraderos o más rápidos que otros.  

Cuando se toma por vía oral, como en forma de aceite sublingual o cápsulas, los efectos del suelen tardar entre 30 minutos y 2 horas en manifestarse, y pueden durar de 4 a 6 horas. La absorción y el metabolismo de los aceites pueden variar entre individuos, lo que puede influir en la duración de los efectos. 

Si se utiliza tópicamente en forma de aceite, crema o ungüento, los efectos pueden ser más localizados y durar varias horas, dependiendo de la concentración del CBD o CBG y la forma de aplicación. 

Aplica unas gotas del aceite escogido sobre la zona deseada. Agita bien el envase y empieza con 2-3 gotas hasta tres veces al día. La dosis recomendada es de un máximo de 3-4 gotas tres veces al día. Úsalo regularmente durante 30 días para obtener los mejores resultados. 

Actualmente no existe una postura legal unificada para el consumo de CBD en la Unión Europea. En España es legal el uso de ciertos preparados de cannabis en la obtención de alimentos y cosméticos, pero el CBD se encuentra aún en evaluación por la EFSA como nuevo alimento. Algunos países (Alemania, Suiza, Bélgica, Gran Bretaña, Italia y Países Bajos) tienen ya una regulación sobre el uso del cannabis como alimento. Sin embargo, España carece de ella y no pueden registrarse complementos alimenticios a base de cáñamo. 

Los ingredientes de todos nuestros aceites de CBD y CBG son de grado alimentario pero la normativa actual, que permite emplear cáñamo industrial para la fabricación de productos, obliga a especificar en su etiquetado “para uso externo o tópico”. 

Nuestros aceites contienen una amplia gama de cannabinoides y otros compuestos naturales de la planta, con excepción del THC (tetrahidrocannabinol). Durante el proceso de extracción, se realiza un filtrado adicional para eliminar el THC, manteniendo intactos los otros cannabinoides y componentes beneficiosos como terpenos, flavonoides y otros fitocannabinoides. El aceite de amplio espectro ofrece los beneficios potenciales de múltiples compuestos de la planta sin producir los efectos psicotrópicos asociados con el THC. 

Otros componentes que encontrarás en nuestros aceites son extractos y aceites botánicos cuidadosamente seleccionados por sus propiedades terapéuticas y beneficios para la salud en diferentes contextos. Algunos de ellos como el aceite de espino amarillo, menta piperita, aceite de semilla de cáñamo, aceite de pepita de uva…Dirígete a nuestra tabla de beneficios para poder hacer una selección cuidadosa y basada en la ciencia. 

Los aceites de CBD y CBG y el aceite de semilla de cáñamo son dos productos diferentes que se obtienen de diferentes partes de la planta de cáñamo y tienen diferentes composiciones y usos. 

Los aceites de CBD y CBG se extraen de las flores, hojas y tallos de la planta de cáñamo, y contiene altas concentraciones de cannabidiol (CBD) o cannabigerol (CBG), que son algunos de los cannabinoides presentes en la planta, y pueden contener otros cannabinoides y compuestos beneficiosos, como terpenos y flavonoides, dependiendo del método de extracción y procesamiento utilizado. 

Por otro lado, el aceite de semilla de cáñamo se obtiene al prensar las semillas de cáñamo. Este aceite es rico en ácidos grasos esenciales, como ácido linoleico y ácido alfa-linolénico, omega-3 y omega-6, así como en vitaminas y minerales. El aceite de semilla de cáñamo no contiene CBD, CBG ni otros cannabinoides, ya que se extrae exclusivamente de las semillas y no de otras partes de la planta. Se utiliza principalmente como un aceite culinario saludable, en productos para el cuidado de la piel y en suplementos nutricionales.

Los fitocannabinoides son compuestos químicos naturales que se encuentran en las plantas de cannabis, incluyendo el cáñamo y la marihuana. Estos compuestos son producidos por las plantas de cannabis como parte de su sistema de defensa y desempeñan un papel importante en la interacción de la planta con su entorno. 

El término "fitocannabinoide" se deriva de las palabras "fito", que significa planta, y "cannabinoide", que se refiere a compuestos que interactúan con los receptores del sistema endocannabinoide en el cuerpo humano y otros mamíferos. Aunque los fitocannabinoides comparten ciertas similitudes estructurales con los cannabinoides producidos por nuestro propio cuerpo (endocannabinoides), su origen es completamente vegetal. 

El fitocannabinoide más conocido es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que es responsable de los efectos psicoactivos asociados con el consumo de marihuana. Sin embargo, el cannabis también contiene otros fitocannabinoides importantes, como el cannabidiol (CBD), el cannabigerol (CBG), el cannabinol (CBN) y el cannabicromeno (CBC), entre otros. Cada uno de estos fitocannabinoides tiene propiedades y efectos potenciales diferentes en el cuerpo humano. 

Los terpenos son compuestos aromáticos que se encuentran en numerosas plantas, incluida la planta de cannabis. Son responsables de los diferentes aromas y sabores de las variedades de cannabis, como cítricos, pino, lavanda, entre otros. Además de su aroma, los terpenos también pueden tener propiedades terapéuticas y sinérgicas con los cannabinoides. Se cree que los terpenos interactúan con los receptores del sistema endocannabinoide y otros sistemas biológicos en el cuerpo, lo que puede influir en los efectos y beneficios del CBD. 

Los flavonoides son compuestos vegetales que se encuentran en una variedad de plantas, incluido el cannabis. Son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los flavonoides presentes en el cannabis pueden tener beneficios potenciales para la salud, como la protección celular, la reducción del estrés oxidativo y el apoyo al sistema inmunológico. Algunos ejemplos de flavonoides en el cannabis son la quercetina, el kaempferol y el cannflavina A. 

Actualmente aunque no existe una norma armonizada respecto a la producción, comercialización y consumo de cannabinoides y cada país de la UE establece su propia regulación, legalmente puede comprarse en Europa y EEUU. 

En Europa los aceites deben producirse exclusivamente de las partes de la planta no fiscalizadas o por síntesis química y no deben contener más de un 0,2% de THC, el 0,3% desde la entrada en vigor del Reglamento 2021/2115. 

En España la normativa actual permite el uso de cáñamo industrial para la fabricación de cosméticos y de ciertos preparados de cannabis en la obtención de alimentos. Están autorizados como alimentos los derivados de las semillas (granos, aceite, harinas, proteína), que tienen un historial de consumo seguro y significativo, siempre que se obtengan de variedades de cannabis con un contenido inferior al 0,2 % de THC.